viernes, 29 de enero de 2010

LECTURA 2. QUÉ ES UNA CONCEPCIÓN DEL MUNDO

La segunda lectura de la asignatura es “Qué es una concepción del mundo”, de Manuel Sacristán. A continuación las ideas principales de este texto:

Una concepción del mundo no es un saber, es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto. Una buena parte de la consciencia de la vida cotidiana puede interpretarse en términos de principios o creencias muchas veces implícitas, “inconscientes” en el sujeto que obra. La parte contemplativa está íntimamente relacionada con la parte práctica. Aunque exista una formulación clara de la concepción del mundo en la cultura de una sociedad no permite saber cuál es la concepción activa porque su carácter de sobreestructura no permite ser un mecánico reflejo de la realidad social.

Para la filosofía sistemática la concepción del mundo quiere ser un saber. Es decir, por saber entendemos un conocimiento real del mundo. Esta fue una pretensión que fracasó en el siglo XIX. ¿Cuál fue el motivo? Sacristán insiste en que el motivo reside en la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna, que se caracteriza por su intersubjetividad y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas.

Por lo que se refiere a la “concepción materialista y dialéctica del mundo” tiene la aspiración de terminar con la obnubilación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados, es una concepción del mundo explícita. Se sustenta en las ciencias reales, queda superada la filosofía. No se ve lo filosófico como un sistema superior a la ciencia, sino como un nivel del pensamiento científico.

Uno de los sus principios es que la explicación de los fenómenos debe buscarse en otros fenómenos, en el mundo, y no en instancias superiores al mundo. Es, por tanto, en el postulado de inmanentismo, en el que se basa la concepción marxista del mundo. Para Engels los dos principios en que se basa la concepción comunista del mundo son: el materialismo y la dialéctica.

La ciencia positiva realiza el principio del materialismo a través de una metodología analítico-reductiva. Normalmente tiene éxito en dos aspectos: la reducción de fenómenos complejos a nociones más homogéneas, y el hecho de posibilitar la formación de conceptos más adecuados.

La dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo. El análisis marxista se propone entender la individual situación concreta sin postular componentes de la misma que los resultantes de la abstracción y el análisis reductivo científicos.

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