La paradoja de los trabajadores de hoy es demoledora. Se pide eficiencia, trabajo duro y, cuando se cumple la tarea, se prescinde de personal y al que queda se le exige nuevamente eficiencia y trabajo duro.
Por eso, recomiendo la lectura de Belén Gopegui "Deseo de ser punk". Os dejo este fragmento
- Me parto, papá. "Estados Unidos destruye empleo al mayor ritmo en 34 años" -leo.
- Sí, parece que estamos atravesando una crisis económica - mi padre.
- Pues no. Justo lo que parece es lo contrario. No la atravesamos, la hacemos. O sea, la hacen porque les da la gana.
Mi madre levanta la cabeza de sus papeles y me mira.
- "Destruye empleo", ¿no lo veis? No es que el empleo se derrumbe, como si hay un terremoto y las casas se vienen abajo. Es que lo destruyen aposta. Igual que tiran los tomates al mar, para que suba el precio de los tomates.
- En cierto modo, sí -mi padre.
- ¿Y os da igual?
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